Cuando uno se sienta en la mesa del jardín de sus abuelos a tomar el té, en tazas floreadas de porcelana inglesa, no debería ignorar los fantasmas que se reúnen en torno, el peso de las raíces del pasado y de los cadáveres que arrastra cada familia.
En una arcadia infantil, alguna vez todos fuimos niños felices veraneando junto al mar, y así nos lo muestran las imágenes en nuestro álbum familiar, pero no podemos rehuir de los murmullos encerrados en las caracolas marinas que nos evocan fantasmas cobijados en los rincones oscuros de nuestros paraísos de la infancia.
Su abuelo materno, John Phillips, nació en la India, hijo de un militar británico; su abuela materna, Mary Phillips, en el Reino Unido. Vivieron en Sudán, Libia, Omán, Jordania y Chipre, en ese incierto Middle East cuyas fronteras se dibujaron por razones políticas y geoestratégicas del imperio colonial británico.
Repasando su biografía, no es extraño descubrir una constante en sus proyectos, que también se encuentra en Hereafter: la búsqueda de identidad y la necesidad de anclarla en un territorio.…
Contenido de acceso bajo registro
Para leer este contenido exclusivo, debes tener una cuenta en LUR
Regístrate y podrás acceder de manera inmediata; no tiene ningún coste. Si ya estás registrado, inicia sesión