Los límites del lenguaje y la propia piel
Ros Boisier
Luz L. Bermejo recurre a la memoria para hablar de todas aquellas personas que somos y hemos sido en un fotolibro en el que para entrar hay que dejarse tocar y estar dispuesto a no salir ileso. La autora evoca vivencias de su infancia y juventud que se han desdibujado por la ensoñación. Una evocación inefable de recuerdos fugaces a los que es imposible regresar.
En ‘Isla Baja’ (Muga, 2024), la naturaleza y las emociones se entrelazan para crear un mundo donde el mar y las piedras son el origen del sonido y el silencio; un mundo en el que las palabras huyen y a la vez nos envuelven como la piel y la memoria anudan los recuerdos y el tiempo.
Bermejo nos hace pensar en cómo las interacciones que establecemos con otros seres sensibles dan significado a nuestra memoria emotiva. En el breve texto insertoque acompaña a las imágenes, declara que tres palabras (ruido, balbuceo y piedra) han agitado su memoria y la retrotraen a su pasado en Isla Baja, un valle entre el mar y las montañas al norte de la isla de Tenerife.…
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