‘Vanitas’ sin redención
Paz López
“Mi historia personal siempre ha sido importante. Mi familia y las personas que me rodean son temas recurrentes en mi trabajo fotográfico”. Con esta frase modesta Nicolás Wormull no sólo toma distancia de un tipo de fotografía artística hipnotizada por el culto a la forma o por alcanzar la gloria del instante decisivo —dos preceptos privilegiados dirigidos a la imagen fotográfica—, sino que abre una pregunta decisiva y de largo aliento: ¿cómo imaginar un lenguaje que imagine al mismo tiempo una forma de vida? Pregunta que en la huella de la tradición pop de Larry Clark, Nan Goldin o el propio Andy Warhol, remitiría a los modos en que el registro de la intimidad doméstica reinventa el lenguaje fotográfico —la instantánea, ese género menor y subsidiario, es elevado a la condición de objeto artístico—, y hace de la experiencia íntima un campo atmosférico en el que variables tradicionalmente desdeñadas y más bien austeras tienen un peso más decisivo que la propia subjetividad.…
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