La pandemia de covid-19 cruzó todas las fronteras y se adentró en los territorios más remotos de la Amazonía brasileña, lo que llevó al fotógrafo Sebastião Salgado y a su esposa Lélia Wanick a lanzar una campaña internacional a través de un manifiesto por los pueblos indígenas de Brasil exigiendo al gobierno brasileño que tomara medidas para proteger a las poblaciones nativas del país.
En respuesta a eso, la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), órgano gubernamental brasileño que establece y desarrolla las políticas relacionadas con la protección de los pueblos nativos, no tardó en responder: el organismo retiró de su sede quince fotografías que Salgado había tomado de la tribu korubo cerca de la frontera con Perú —fruto de una colaboración realizada anteriormente con la FUNAI— y emitió un comunicado en el que recomendaba al fotógrafo que subastara las imágenes para recaudar fondos para los pueblos indígenas.
La denuncia y el olvido no son una novedad.…
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